Municiones y calibre. Calibre 5.56 y calibre .223: comparativa y diferencias. Aunque, comúnmente se piensa que ambas nomenclaturas solo se diferencian por una distinta forma de nombrar el mismo cartucho, 5.56 x 45 mm europeo y .223 Remington en Estados Unidos, ello era así solo hasta principios de los años setenta. Hasta ese entonces, esta munición para rifle solo se fabricaba por uso militar con las especificaciones propias según el caso.

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Calibre 5.56 y calibre .223: comparativa y diferencias
Por Cecilio Andrade – Blog de Cecilio Andrade.
Preparé un informe sobre una munición especifica que no es aconsejable emplear, y a modo de prefacio presente este texto, espero sea útil a alguien (Cecilio Andrade).
Historia del 5.56 x 45 mm (OTAN) y calibre .223 (Remington)
Aunque el saber popular asume que ambas nomenclaturas solo diferencian una distinta forma de nombrar el mismo cartucho, europea la primera y USA la segunda, ello era así solo hasta principios de los años setenta. Hasta ese momento la munición solo se fabricaba para uso militar, con las especificaciones propias de ello. Pero a partir de la citada época esta munición salto al campo civil, deportivo y cinegético, y aunque al principio la diferenciación era inapreciable, a lo largo de las últimas décadas los fabricantes han ido especializando sus municiones y diferenciándolas primeramente con las denominaciones OTAN (NATO en inglés) y en milímetros para la munición militar, y en centésimas de pulgada para el campo civil.
Debemos tener en cuenta que las normas de control de las municiones civiles y militares se rigen por distintos patrones, con distintos parámetros, topes de seguridad y escalas de medición. Las normas militares vienen definidas por la prueba EPVAT de la OTAN, mientras que las normas civiles son definidas por la SAAMI y la CIP, de USA y Unión Europea respectivamente. Una y otra no solo utilizan distintos patrones, sino que además utilizan distintos métodos, sistemas y aparatos de cuantificación, evaluación y control.
Como ejemplo decir que la presión máxima permitida para la prueba EPVAT de la OTAN se marca en 430 MPa (62.366 Psi), mientras que para la SAAMI se queda en 379.21 MPa (55.000 Psi).

Diferencias técnicas de los dos calibres
La vaina.
La primera cuestión que debemos tener en cuenta es el grosor de las paredes de la vaina. En la versión militar estas son más gruesas para permitir una mayor presión, debido al mayor peso de los proyectiles más usuales, así como del empleo de una pólvora que es normalmente más potente.
Las recamaras de las armas militares están adaptadas para retener esa mayor presión respecto a las paredes de las vainas permitidas, pero si se emplea munición civil (.223R) es bastante común que se produzcan deformaciones e incluso roturas de dichas vainas, lo cual sin ser un riesgo doloso en sí mismo, si es evidentemente un factor de desgaste mucho mayor y a la larga de deterioro del arma, amén de un riesgo en caso de producirse en una acción táctica, al ser muy difícil y lento la extracción de los restos de la vaina en el peor de los casos.
La recámara.
La recámara de 5.56 mm OTAN, conocida como OTAN o recámara especifica militar, tiene un “vuelo libre” (espacio entre el cuello de la vaina y la entrada o toma de estrías del cañón) más largo, ya que el proyectil militar es mayor (tanto en longitud como, evidentemente, en masa) y está menos introducido dentro de la vaina. La recámara de .223 Remington, conocida como recamara SAAMI, tiene un vuelo libre más corto al emplear proyectiles normalmente más ligeros y/o más introducidos en la vaina.
La recámara CIP así mismo también difiere de la OTAN.
Una recámara de .223 Rem suele tener un vuelo libre 0.085”. En una recámara de 5.56 mm el vuelo libre suele ser 0.162″, o sea, casi el doble que en la cámara de 223 Rem.
La mayor o menor introducción de los proyectiles en los cartuchos militares y civiles tienen su razón de ser en varios motivos:
– La diferencia de presión en recámara que en los civiles deben tener los proyectiles más introducidos para aprovechar la menor presión.
– El mayor y menor peso (normalmente) y tamaño de dichos proyectiles en la versión civil.
– La cantidad y potencia generada por la pólvora también es otro de los motivos diferenciadores.
Las recámaras orientadas a proyectiles más pesados presentan «gargantas» más profundas con la finalidad de dar espacio para este tipo de proyectiles que ocupan más área (tomando en cuenta que el aumento de peso del proyectil, sin poder variar el diámetro del mismo, solo se podrá dar alargándolo y esto a su vez dará más longitud al ensamble del cartucho si es que no se quiere perder espacio interior para la pólvora, esto hace que el cartucho ocupe más espacio en una recámara).
El empleo de munición civil en armas con recámaras OTAN genera un desgaste mayor en la toma de estrías del cañón como consecuencia de un mayor vuelo libre del proyectil, es decir el espacio que debe volar sin el control del cuello de la vaina ni de las estrías del cañón, lo cual genera un desgaste mayor en dicha toma de estrías al producirse ligeras variaciones de la alineación del proyectil hasta que es introducido en el cañón.
La posición oficial de la SAAMI es:
«Las recámaras para rifles militares tienen una configuración de garganta diferente a las recámaras para armas de fuego deportivas que, junto con el proyectil militar FMJ, pueden explicar las presiones más altas que resultan cuando las municiones militares son disparadas en una recámara deportiva. SAAMI recomienda que un arma de fuego sólo sea disparada con el cartucho para el cual es expresamente recamarada por el fabricante» (SAAMI).
Los pistones.
Los pistones de ignición de las municiones militares y civiles también son habitualmente distintos.
Los civiles suelen ser del tipo “blando” mientras los militares lo son del tipo “duro”. Esto es así por las distintas especificaciones de uso. Los militares deben ser más resistentes y capaces de resistir situaciones de presión, temperatura, golpes, vibraciones y falta de mantenimiento que las municiones civiles no tienen por que soportar.
En un empleo operativo ello da lugar a que al introducir un cartucho con pistón de tipo blando de forma habitual en la recámara, ya sea por trabajar con cartucho en recámara o por una necesidad inmediata, tras una serie mayor o menor de situaciones de este tipo se den casos de disparo accidental al deformarse más de la cuenta dicho pistón a consecuencia de los repetidos y leves impactos de la punta del percutor en el mismo. En la munición militar ello es muy poco probable (salvo fallo del mismo pistón) al ser diseñado específicamente como duro para minimizar ese riesgo.
Marcajes.
El fabricante del arma estampa en su cajón la munición a emplear, siendo tres las posibilidades:
- 5.56: especifica y únicamente munición militar.
- .223R: especifica y únicamente munición civil.
- 5.56/.223R: recámara preparada para el uso de una u otra munición sin problema estructural.
Ello era así extraoficialmente ya desde el año 2000, pero actualmente lo es a nivel oficial desde el 2009, tanto para proteger a los usuarios de posibles lesiones, como para que las empresas estén cubiertas ante litigios y denuncias.
Conclusiones y consejos finales
Rayado del cañón o estrías.
Los cartuchos 5.56/.223 se orientaron en su inicio (años 60) a utilizar proyectiles ligeros de 50 a 55 grains y los cañones de las primeras armas (sean militares o civiles) tenían un paso de estrías más largo para estabilizar estos proyectiles (este es el caso del cartucho M193 de 5.56). Hoy en día la tendencia es de empleo de munición ligera (entre 40 y 60 grains), pesada (de 70 a 90 grains) para el mercado civil, y la intermedia para armas militares (entre 60 y 70 grains).
Balas ligeras requieren un paso de estrías de 1:14”, mientras que balas más pesadas van mejor con pasos de 1:09. En el caso militar, la norma OTAN define un paso de estrías de 1:12” para sus armas.
Lo cual nos lleva a que los fabricantes de municiones y armas diseñen sus productos con especificaciones claras para su empleo. Es obvio que la diferencia de paso de estrías, y el empleo de municiones no adecuadas, no solo van en detrimento de la precisión (algo fundamental en el trabajo táctico-operativo de entornos de alto riesgo) sino que además puede generar un mayor desgaste de los cañones.
Autor: Cecilio Andrade
Hola buenos días. Excelente información.podria decir algo referente al CALIBRE 308 versus 7.51×62
Estimado Juan, tomaremos en cuenta tu solicitud. Gracias por tu comentario. Espacio Armas.
Buenas tardes, me interesa saber cómo puedo identificar si un cañón de un fusil ar15 es calibre 5.56 ó .223 si el cañón no trae grabado nada en el mismo, solo trae grabado la leyenda “M1S 1-9”, agradezco de ante mano los comentarios que pudieran hacer al respecto, muchas gracias
Ese cañón es el Modelo 1 y estos vienen de serie, si no se solicita específicamente, en 5.56. Tendría que pedir el modelo .223 si lo cree necesario .
Por otra parte es un muy buen y preciso cañón, que con municion de 5.56 le puede dar grandes satisfacciones.Redaccion Espacio Armas.
saludos! hay que corregir en «consideraciones finales » la palabra «rallado» por «rayado»
Hola Armand. Te agradecemos por corregirnos. No queríamos hablar de queso rallado, solo de calibres. Un saludo. Espacio Armas.
Buen día a todos los lectores. El administrador de esta página y de la web «Espacio Armas» me ha hecho llegar un comentario muy correcto sobre errores en el presente artículo. Debo decir que tengo la obligación de felicitar, pedir disculpas y agradecer al autor de dicho comentario realizado en la forma de crítica constructiva y positiva.
Empezaré por agradecer, específicamente por la educación y respeto demostrado, algo cada día menos común, como todos sabemos desgraciadamente.
Felicitarlo por el conocimiento, y estructuración del mismo, así como el análisis, desarrollo y explicación de conceptos y criterios. Sinceramente en este campo raramente se ve en estos medios, e incluso en otros más académicos.
Aunque no estoy de acuerdo con todas las correcciones en uno de los aspectos en particular que comenta, no invalida para nada la validez de los conceptos expresados por el autor. Yo mismo reconozco que pasé por una época de dogmatismo casi integrista en cuestión de conceptos, nomenclatura y referencias. Lo cierto es que el viajar por todo el continente americano me ha hecho intentar utilizar muchas palabras que no utilizaba antes, y dejar de utilizar otras que consideraba correctas. Ciertamente viajar, y sin duda cumplir ya mas de medio siglo, me han hecho más relajado en el idioma, obviamente sin saltar por encima de las normas académicas y lingüísticas de un idioma común.
Insisto, sin estar de acuerdo con la rigidez de conceptos a corregir, es cierto lo que dice el autor de la crítica.
Debo disculparme de no haber repasado el artículo después que el administrador me comentó su publicación, le faltan las notas y anexos que lo respaldan y corroboran lo comentado por este caballero.
Las notas que comento son estás:
«Les añado el anexo de bibliografia y notas del informe anterior, ya que quizas aporte algo de interes.
BIBLIOGRAFIA ADJUNTA.
– DEF STAN 05-101 Part 1 Issue 1.
– DEF STAN 05-101 Part 2 Issue 1.
– DEF STAN 05-101 Part 3 Issue 1.
– NATO NAAG AC-225 (LCG-1 – SG-1).
– Defining Parameters for Ballistic High Pressure Sensors.
– THE ANALYSIS OF APPLICATION AND REQUIREMENTS SMALL CALIBER REFERENCE AMMUNITION AND POLISH ACHIEVEMENT IN THE FIELD OF WORKING OUT NATIONAL REFERENCE AMMUNITION.
NOTAS:
(1) – EPVAT: Electronic Pressure Velocity and Action Time (Presión Electrónica de Velocidad y Tiempo de Acción).
(2) – SAAMI: Sporting Arms and Ammunition Manufacturers’ Institute (Instituto de Fabricantes Armas Deportivas y Municiones).
(3) – CIP: Commission Internationale Permanente pour l’Epreuve des Armes à Feu Portatives (Comision Internacional Permanente para Prueba de Armas de Fuego Portatiles).
(4) – Las evaluaciones EPVAT es una de los tres procedimientos reconocidos internacionalmente para el control y evaluacion de la calidad de la municion para las armas de fuego. Las otras dos son las de SAAMI y CIP (ver notas anteriores). Las pruebas EPVAT viene descrito en el documento OTAN AC/225 (Com. III/SC.1) D/200. CIP y SAAMI solo evalua desde el punto de vista de la seguridad del usuario. EPVAT ademas de la seguridad personal incluye pruebas exhaustivas de calidad funcional en relación con el uso previsto. Es decir, se evalua no sólo la seguridad de los soldados, sino también su capacidad para incapacitar al enemigo. Como resultado de ello, por cada pedido de municiones de la OTAN, se lleva a cabo una evaluacion completa de la seguridad y la funcionalidad a cada uno de los fabricantes de municiones. Los organismos civiles de CIP y SAAMI utilizan los procedimientos de prueba menos exhaustivos que los de la OTAN, pero los centros de prueba de la OTAN tienen la ventaja de que deben evaluar menos variables y distintas municiones. El CIP y SAAMI deben ser capaces de evaluar cientos de cartuchos distintos cada año.
(5) Los fabricantes de municiones, en estrecha cooperación con la OTAN, deben entregar un lote de la calidad exigida por la OTAN, municiones que son consideradas de muy buena calidad y representativa de las municiones que deberían ser entregados a los ejércitos en los próximos siguientes años. Este lote se mantiene en los centros de prueba de la OTAN y se distribuye a los fabricantes implicados. Cuando un nuevo lote, se entrega, un conjunto de 20 cartuchos de referencia se dispara a ver cómo su comportamiento con el equipo local y con las condiciones atmosféricas locales. Los resultados se compararán con los valores de referencia que se mantienen en la OTAN y se calculan los correctores (valores delta). Luego, el lote actual de munición es disparada y los correctores se aplican sobre el valor medido debiendo dar un resultado «similar» a la propia referencia. Esta prueba se realiza no solo en condiciones normales, sino también mediante la simulación de condiciones extremas, polares o en el desierto con un equipo especial de refrigeración y hornos para enfriar o calentar la munición a prueba a la temperatura adecuada.
(6) La prueba y requisitos mínimos del rendimiento de la munición para armas de pequeño de calibre de la OTAN están cubiertos por el STANAG 4172 y el Manual de Prueba e Inspección OTAN AC/225 (LG/3-SG/1) D/8. Cada arma y componentes que se consideran vulnerables a los efectos de un cambio rápido se pondrá a prueba con un disparo sin lubricar, corregida luego con otro con un 25% más de presión, y siguiente serie sera aceitado y luego corregido con otro 25% sobre la presión normal. 25% más de presión significa un 25% superior a la presión de servicio (Pmax). La presión de servicio se define como la media de presión generada por el cartucho de servicio a una temperatura de 21° C. Esta prueba de alta presión se lleva a cabo tanto con el arma como con las municiones a una temperatura ambiente de 21° C. Cada arma se prueba individualmente, y de los lotes de municiones se busca una presión media en la recámara de acuerdo con la tabla siguiente:
Prueba de presión corregida obligatorio (presión de servicio (Pmax) + 25%)
Municion:………………………. 5.56×45 mm NATO
Specific Weapon Detail:………….. Diseñado para armas OTAN
Presion de Servicio Pmax MPa/(psi):.. 430.0 / (62,366)
Prueba de Presion MPa/(psi):……… 537.5 / (77,958)
Detalle de las Municiones a Evaluar:. Presión registrada en la OTAN sobre prueba EPVAT con Kistler 6215 »
Esta falta del artículo, culpa mía por no repasarlo tras que el administrador me comunicó su publicación, le quita la parte más científica que quise quitar del artículo. Y por ello debo explicarme.
Este trabajo en realidad es un informe que preparé para una institución internacional, hace unos 10 años, por problemas que tenían con munición civil comprada para ser usada en sus armas militares. Me refiero a problemas de falta de precisión, interrupciones, incluso daños estructurales.
Posteriormente, recibí muchas preguntas, de forma privada y ajena a la institución para la que se creó, por lo que decidí recortarlo y hacerlo menos técnico. Pero, de todas formas, dejar acceso a quienes tuvieran interés, conocimiento y necesidad de datos más concretos, decidí añadir la parte más técnica en forma de notas y anexos. Lo que faltaba en lo publicado, y que el amable caballero aportó de forma muy profesional y correcta.
Lo dicho, mis disculpas por no explicar y repasar para ver si faltaba algo al texto.
Agradecer la forma, educación y respeto.
Y felicitarlo por su conocimiento y capacidad de plasmarlo.
Gracias a todos.
Cuídense y cuiden de los suyos.
Cecilio Andrade
Cecilio, gracias por este comentario. Tus artículos representan una grande fuente de información para nosotros y los lectores en general. Redacción Espacio Armas.
Le felicito por este excelente articulo
Muchas personas, tienen confusion entre estos similares cartuchos (5.56 x 45 y 223 Remington) al igual que con los 7.62 x 51 y el 308.
Gracias por aclararnos algunas dudas y ser tan explicito en muchos detalles
Gracias por el comentario. Esperamos que nuestros artículos sean de tu interés. Redacción Espacio Armas.
Buenos días!!!
Me gustaría saber si existe una diferencia de precios entre 5.56 y el .223?
Buenos dias Carlos, hay que aclarar que en muchos paises la venta al publico del cal. 5.56 esta proihibida, asi que es imposible comparar precios.
En EE.UU. donde puedes encontrar ambas municiones, si hay diferencias de precios, segun, tipo de cartucho, marca y cantidad. Aqui un ejemplo:
https://www.cheaperthandirt.com/ammunition/rifle-ammo/.223-remington-and-5.56-nato/
Gracias por tu comentario
Redaccion Espacio Armas