Seguridad ciudadana. Emergencia homicidios y lesionados en Colombia por ataque con armas blancas.
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Colombia, el país donde no para la violencia
Homicidios y lesiones no paran. No sirvió la legislación que regula el porte de armas (que en Colombia es bastante restrictiva) para limitar el uso de las armas de fuego en el país. El incremento de crímenes sigue siendo alto y los protagonistas esta vez son los “objetos corto-punzantes”.
Las estadísticas hablan claro: estos tipos de armas —blancas— se utilizan por lo menos en uno de cada cinco asesinados ocurridos en Colombia, 2.175 casos sobre un total de 11.373 perpetrados el año pasado. Bogotá y Barranquilla se llevan el triste primado.
Los medios locales nos indican que : de los 66.217 casos de lesionados atendidos hasta julio hubo 3.767 que fueron atacados con armas blancas. Y de los 6.501 asesinatos registrados en el mismo lapso de tiempo en todo el país, en 1.194 casos se utilizaron cuchillos y navajas. Riñas y atracos fueron las circunstancias más recurrentes, según reportan las autoridades locales.

Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), Homicidios. Fuente infografía CERAC.
La medida que quieren tomar el Ministerio de Justicia y las autoridades locales, sería lo de prohibir completamente el porte de arma blanca en algunos lugares (lugares públicos) y áreas geográficas (ciudades).
Una doble medida que, aseguran las autoridades, dará efectos a medios plazo hasta reducir lesiones y homicidios por medio de armas blancas.
¿Solución posible?
Advierte Jorge Giraldo, catedrático de la Universidad EAFIT, que ejercer controles efectivos sobre el porte de armas blancas podría ser una tarea compleja:
«En las ciudades son numerosos los trabajadores que tienen que circular por las calles, en razón de su trabajo, con herramientas que en un momento pueden ser consideradas armas blancas: mecánica, ebanistería, gastronomía –dice Giraldo– (…). Entonces es una medida que se vuelve muy difícil de operar en la práctica, y aún si se lograra poner en funcionamiento tendría un impacto muy bajo sobre los indicadores de violencia».
Coincidimos con el catedrático Giraldo, y nos preguntamos:
¿Cuáles serán las medidas para el control de esta “herramienta” que la mayoría de nosotros usa a diario: en casa, en el trabajo, en actividades deportivas y/o en innumerables otros casos?
A pesar de los números (dramáticos), todavía se busca la solución a un problema de violencia tan extendido y repetitivo tratando solo de enfrentar a las «consecuencias», prohibiendo una “herramienta”, sin investigar a fondo y resolver las verdaderas causas de la violencia: entre ellas la drogadicción y la pobreza económica y cultural de una sociedad.
Inglaterra, ¿sin armas como nos defendemos?
Un caso de estudio, que se debería tomar como un NO ejemplo piloto, es Inglaterra. El país europeo ha prohibido completamente las armas de fuego en los ‘90. Es noticia de hace pocas semanas que se inició una campaña para que los ciudadanos británicos devolvieran sus “navajas, cuchillos, y afines”, debido a que lesiones y homicidios se dispararon en este país.
Nos preguntamos:
Cuándo nos habrán quitado cualquier tipo de armas, ¿cómo nos protegeremos de una violencia tan estructurada y sin escrúpulos que se difunde siempre más en nuestros barrios y ciudades?