descarga la revista Espacio Armas

Tres pilares del tiro defensivo. Tomando en cuenta todo esto, consideró que existen tres pilares fundamentales que el tirador tiene que conocer para poder aumentar las probabilidades de resguardar su vida.

Espacio Armas - revista de armas y mucho más

Matias Nicolás Antequera (Argentina). Instructor de tiro (I.T.B.- ANMaC), estudiante de la Licenciatura en Criminología y Seguridad. Ex Suboficial de G.N.A. (Gendarmería Nacional Argentina). Colaborador de Espacio Armas sobre el TIRO DEFENSIVO.

Defensa personal. En la actualidad la mayoría de los hechos delictivos presentan una amenaza eminente, que atenta sobre el derecho fundamental a la vida y donde aquellos que son portadores de arma de fuego se ven obligado a hacer uso de ella en protección de su vida o la de terceros. Estos hechos se producen con mayor frecuencia en la vía pública, en condición de portación oculta y en horarios donde la luminosidad es bajas, para lo cual el entrenamiento, equipo, técnicas y tácticas conjuntamente con el factor humano juegan un rol fundamental a la hora de resguardar la vida es aquí donde el tiro defensivo entra en escena. Este forma parte de una de las ramas de los entrenamientos del tiro, cuya finalidad es hacer cesar la amenaza en el menor tiempo posible de reacción, persiguiendo un único objetivo, proteger la vida e integridad física de la víctima dentro del cuadro de la legítima defensa.

Ciudadano durante un curso de defensa del hogar. Fuente Tac.zone.com. Redacción Espacio Armas.

Tres pilares del tiro defensivo

ÍNDICE DE CONTENIDOS

     

    Tres pilares fundamentales

     

    Tomando en cuenta todo esto, consideró que existen tres pilares fundamentales que el tirador tiene que conocer para poder aumentar las probabilidades de resguardar su vida. El primer pilar es la legislación, en la cual vamos a encontrar estipulado bajo que eventos yo puedo defenderme y que limites tengo durante esa defensa. Es un aspecto fundamental, ya que este nos va a permitir saber nuestros derechos para no incurrir en una violación a la ley. El segundo pilar es la fisionomía humana, yo tengo que conocer mi cuerpo y como actúa por instinto, bajo condiciones de elevado estrés, con la influencia de la adrenalina y esto nos va a permitir conocer el porqué del entrenamiento constante. El tercero son las técnicas y tácticas que podemos usar, que a su vez van a verse influenciadas positiva o negativamente por el equipo y armamento que yo utilice. Pero antes de seguir avanzando quiero dejar en claro que estos tres pilares no son independientes, sino que son complementarios, ya que las probabilidades de que un tirador pueda proteger su vida ante una agresión hostil extrema e ilegítima van a estar condicionadas por tres puntos:

    La eficiencia: dada por las técnicas – tácticas que haya adoptado.
    La eficacia: dada por las horas de entrenamiento dedicadas.
    El factor humano este es el más importante, ya que va a condicionar las dos anteriores, dependiendo de la reacción de mi cuerpo bajo condiciones de elevado estrés y procesos fisiológicos detonados por el instinto de supervivencia que experimenta el ser humano ante situaciones de riesgos.

     
    Icona di Verificata con community

     

    La legislación

    Desde el tiro defensivo cuando hacemos referencia a legislación estamos haciendo mención a “la legítima defensa”, que en el caso de la República Argentina se encuentra estipulada dentro de las causales de justificación, descritas en el Art 34 inc. 6° y 7° del código penal Argentino, pero cada país mantiene sus propias normativas. Si bien es algo fundamental el conocimiento de este, no vamos a adentrarnos mucho en el mismo debido a que son conocimientos que todo tenedor de arma de fuego como también los miembros de las distintas fuerzas lo deben haber visto y desarrollado, al igual que la diferencia entre portación y transporte de un arma de fuego.

     

    preservar la seguridad de los ciudadanos honestos, su familia y su patrimonio frente a la agresión de los criminales

     

     

     

     

    La fisionomía humana

     

    Aquí veremos algo fundamental y de lo que ningún ser humano está exento de experimentar, y esto son los procesos a los que es sometido de manera natural nuestro cuerpo al enfrentarse a una situación de riesgo, como lo es un enfrentamiento armado, procesos que son de suma importancia y que van a dar respuestas al ¿Por qué del entrenamiento repetitivo y constante?
    En primer lugar, empezaremos haciendo mención al miedo, el cual es una emoción que en mayor o menor medida experimenta cualquier persona ante un riesgo o una amenaza. Esta emoción al superar un determinado umbral puede lograr que el cuerpo libere adrenalina.

     

    Si bien el miedo nace del propio instinto de supervivencia del ser humano, existe una adaptación que se produce a contextos y actividades a las cuales concurrimos cotidianamente, esta “adaptación” provoca que en nuestro cuerpo disminuya el miedo y que se eleve el umbral en el que es liberada la adrenalina, como también una disminución en el estrés, esto no quiere decir que nos relajemos y que nuestro estado de alerta disminuya no todo lo contrario, para comprender un poco mejor esto vamos a poner un ejemplo, al momento de manejar un auto en la ruta por primera vez es muy probable que a una velocidad de 120 km/h experimentamos miedo, nuestros brazos y piernas van tensos, estamos sudando, no tenemos buena visión panorámica del entorno, vamos con un acompañante que nos habla y capaz que escuchamos la mitad de las cosas que nos dice, pero después de varios viajes ya nuestro nivel de estrés se va a reducir, el ritmo cardiaco va a disminuir, vamos observando el entorno de una manera clara y ese miedo junto con el umbral de liberación de adrenalina que nosotros teníamos a los 120 km/h lo vamos a sentir cuando manejemos a 150 km/h y si manejamos por un tiempo a esta velocidad ese umbral se va a trasladar a los 170km/h y así sucesivamente.

    Para aquellos que pertenecen o hemos pertenecido a una fuerza van a experimentar algo similar al prestar servicio por primera vez en una zona de alto riesgo, o simplemente el paso durante un recorrido diario por una zona donde se producen constantemente hechos delictivos. Anteriormente hicimos mención de la Adrenalina, esta es una hormona que es producida y liberada de manera natural por las gandulas suprarrenales y cuya liberación es ordenada por el hipotálamo cuando nuestro cuerpo se encuentra bajo situaciones de elevado estrés, alarma, miedo o peligro, la cual desencadena un conjunto de procesos que tienen como finalidad la supervivencia del ser humano, es decir que va a preparar nuestro cuerpo para enfrentarse o huir de la situación existente.

    En el momento que es liberada la adrenalina se produce una activación en el sistema circulatorio que aumenta la frecuencia cardiaca y la presión arterial, como así también una activación del sistema respiratorio, dilatando los bronquios, con el fin de que llegue más sangre oxigenada a nuestros músculos, mientras que los vasos sanguíneos relacionados con nuestros órganos vitales se ensanchan, los vasos más finos que están próximos a la piel se comprimen (lo que provoca un efecto de palidez), Las pupilas se dilatan lo que provoca mayor entrada de luz, todo esto con el fin de incrementar la velocidad de respuesta y fuerza para enfrentarse o huir.

    Mientras este proceso se va intensificando y el ritmo cardiaco va aumentando se van perdiendo habilidades motoras, las primeras son las denominadas finas, se pierden pasando el umbral de las 115ppm, y trasladadas a nuestro ámbito serían las que nos permiten quitar el seguro, extraer el cargador, realizar la apertura o destrabe de la pistolera, entre otras. Después del umbral de las 145 ppm se pierden las habilidades motoras complejas, que son aquellas que coordinan la realización de varias tareas a la vez, como por ejemplo darle órdenes al agresor o comunicarnos con nuestro binomio mientras estamos intentando repeler la amenaza.

    Ya cuando llegamos a las 175ppm los oídos producen un cierre disminuyendo la capacidad auditiva, lo que va a ocasionar que no podamos escuchar con claridad los ruidos del entorno, algo similar como cuando usamos protectores auditivos, en este punto también se pierde la visión periférica y solo queda de modo óptimo la visión en profundidad, como consecuencia de una disminución en el riego sanguíneo (la llamada visión túnel). Mientras todas estas habilidades se van perdiendo, las habilidades motoras gruesas aumentan, produciendo un incremento en la fuerza y resistencia de los grandes músculos que componen las piernas y los brazos. Ahora bien, hemos visto los procesos a los cuales es sometido nuestro cuerpo al momento de percibir una amenaza, pero ¿Cómo podemos incrementar las probabilidades de lograr técnicas de tiro defensivo de manera eficaz?


    A lo largo de la lectura van a notar que siempre hablo de probabilidades, ya que el cuerpo humano es impredecible, y existen muchos factores a nivel psicológico que pueden provocar que ante una amenaza me inmovilice, la enfrente o huaya. Uno de los factores que más va a incrementar las probabilidades de que aplique las técnicas entrenadas, como un acto de reflejo ante una amenaza es “la memoria muscular” que es creada a través de un entrenamiento constante.


    Si bien en la actualidad existe un dilema entre que, si existe o no, ya que varios autores sostienen que el músculo no tiene memoria propia, sino que la memoria radica en el cerebro y este da las órdenes al músculo. Lo cierto es que el dominio de una habilidad, como puede ser una técnica del tiro defensivo, de forma confiable, con velocidad y que en situaciones se produzca como parte de un acto reflejo, radica en la práctica eficaz, que consiste en realizar un sinfín de repeticiones de calidad, lo más perfectas posibles, tanto física como mentalmente, logrando que el cerebro a través de un proceso complejo, aumente la capacidad de repetir patrones de movimientos que se hayan realizado en el pasado de forma coordinada, bajo situaciones de estrés (el tema que nos compete).

    Ahora bien, el entrenamiento como nombramos anteriormente debe ser de calidad y lo más perfecto posible, ya que nuestra “memoria muscular” no va a distinguir si ese patrón de movimiento está bien o está mal, sino que va a almacenar el patrón que nosotros repitamos.

     

    Las técnicas y tácticas

     

    Antes de adentrarnos en este pilar quiero dejar algo en claro, no existen técnicas o tácticas que estén mal o sean inútiles a excepción de aquellas que ponen en riesgo mi propia integridad física o la de mi equipo o binomio, y esto es debido a la existencia de miles de ellas y un sinfín de diferentes doctrinas, por lo que vamos a considerar que existen técnicas y tácticas menos y más eficientes, que va a depender de las exigencias y necesidades que uno tenga.

     

    Lo que para algunos son totalmente ineficientes  para otros son eficientes, lo importante acá es que aquella que se elija para ir en búsqueda del perfeccionamiento, llegue a cumplir de forma eficaz el objetivo. Es por esto que no nos vamos a adentrar en aspectos específicos de cada técnica, pero si vamos a hacer especial mención al desenfunde, el cual debe ser de manera ágil, inmediata y efectiva al momento de detectar una amenaza inminente, dando cumplimiento al objetivo del tiro defensivo.

    Ya sea que el tirador porte a pendix, a las 3, 9, 6 o cualquiera de las variantes, el mismo debe entrenar una y otra vez la técnica que haya elegido con las diferentes prendas de vestir que utilice a diario, esto lleva tiempo no se perfecciona de una semana para la otra, ya que no es lo mismo correr un saco, que levantar una remera, ni lo mismo levantar un buzo. Siendo el
    desenfunde algo en común entre todas las técnicas y situaciones, ya sea en extrema corta distancia, a una distancia prudencial o desde el mismísimo tiro car (siempre y cuando portemos como lo hacemos cotidianamente).


    Tenemos que tener en cuenta que no solo se busca repeler con fuego la amenaza, sino que también se busca la protección de nuestra propia vida lo que en algunas situaciones amerita que al momento del desenfunde realice un movimiento hacia algunos de los laterales, con el fin de salir del “triángulo de la muerte”, a lo que se denomina a la zona donde el oponente se
    encuentra enfocado y donde muy probablemente efectué los primeros disparos en caso de tener un arma de fuego.
    Si bien esto es un tema que lleva un desarrollo mucho más profundo, eh tratado de concientizar sobre los tres pilares que debemos tener presente en todo momento cuando hablamos de tiro defensivo.


    En conclusión, es fundamental el entrenamiento diario y constante, ya que va a ser este el que nos va a dar ese aumento en las probabilidades de reaccionar de manera veloz y eficaz, que van ser materializadas en milésimas de segundos que pueden hacer la diferencia entre vivir o morir, independientemente de la técnica que haya elegido para entrenar, queda en uno hacer de esa técnica una herramienta eficaz que pueda ser usada bajo los procesos fisiológicos a los que se somete nuestro cuerpo en situaciones límites. Por ultimo y no menos importante es el conocimiento de la legislación ya que todos tenemos el derecho de proteger nuestra vida e integridad física y en ocasiones las de terceros, pero se debe saber bajo qué condiciones yo puedo ejercer ese derecho.

     

    Matias Nicolas Antequera
    Instructor de tiro (I.T.B – ANMaC 6787)
    Asesor en seguridad
    Director C.E.S.E.
    Ex suboficial G.N.A.

     

    Lee otro artículo sobre los cargadores de emergencia en la defensa personal:

    REDACCIÓN ESPACIO ARMAS

    error: Contenido con derechos de autor.
    Utilizamos cookies propias y de terceros. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Obtener más información aquí    Más información
    Privacidad
    Certificados SSL Italia